EL BUQUÉ DE LOS TÉS FLORALES
mayo 4, 2015

Los tés florales son aquellos a los que se les ha añadido el aroma de flores. La idea es que el té, con su capacidad captadora de aromas, se impregne de la fragancia de las flores que se les agregan.

La aromatización con flores se viene haciendo desde hace mucho tiempo. En la antigua China llevó a la categoría de arte y hoy es habitual encontrar tés aromatizados con jazmín, rosas, orquídeas de diferentes tipos, peonias blancas, caléndulas, flores de loto, crisantemos y una gran variedad de otras flores.

La técnica de aromatización se puede hacer de varias formas y dependiendo del método utilizado se obtendrán tés de más o menos calidad. Perfumar el té añadiéndole esencias de flores es el procedimiento más común y económico y se utiliza en la producción industrial. Estas esencias pueden haberse obtenido mediante destilación o por síntesis química. Pero el mejor método consiste en acercar las flores recién recolectadas y cargadas de aroma al té durante cierto tiempo, hasta que éstas, gracias al principio físico de la difusión, le cedan su delicioso aroma, el cual quedará atrapado por las hojas de té.

En este método es determinante el número de veces que se expone el té al aroma de las flores. Así, los tés de menos calidad se han puesto en contacto con las flores una vez, mientras que los de más calidad y con un aroma más persistente y profundo y por tanto más caros, lo han sido varias veces.

TEFLORESDELMEDITERRANEOEs de gran importancia alcanzar un equilibrio aromático en la composición. Si el aroma de las flores es muy fuerte y dominante, el té elaborado a menudo tendrá un sabor amargo y desagradable. Por otro lado, si la fragancia de flores es muy débil, el té elaborado probablemente resultará poco atractivo.
Además del método de aromatización elegido, es igualmente importante la categoría del té de base y la calidad de las flores utilizadas. La conservación de este tipo de tés es especialmente delicada, por lo que siempre es aconsejable guardarlos en latas especiales para té, preferiblemente metálicas y con un buen cierre, que evite la entrada de la luz, humedad y sobre todo de aromas ajenos e indeseables.

Las flores que poseen una fuerte fragancia deben combinarse con un té igualmente de aroma intenso. Por el contrario, se deben utilizar flores delicadas para aromatizar tés de aroma más sutil. Por ejemplo, las flores como las rosas van muy bien con el té negro, mientras que las flores más delicadas, con una fragancia débil combinan bien con el té verde y el blanco. Aunque se tiende a aromatizar todo tipo de tés con flores, lo cierto es que el aroma del té rojo y negro tiende a ocultar las fragancias sutiles.

De entre todos los tés florales el té verde con jazmín es la combinación más popular, si bien se elaboran excelentes mezclas con té blanco, como el caso del té Jazmin Silver Needle o el Té Blanco Jazmín Perlas Ojos de Budha. Para elaborarlo, las mezclas de mayor calidad se hacen utilizando flores inmediatamente recolectadas antes del amanecer, en días sin rocío. El procedimiento consiste en introducir el té en un cajón sobre una rejilla y debajo se pone una bandeja con las flores frescas de jazmín. Una vez pasado un tiempo y cuando el té ha absorbido el aroma de las flores, éstas se retiran y se vuelven a incorporar nuevas flores que cederán su aroma al té. El proceso se repite hasta conseguir el grado de aromatización deseado. Es muy importante que durante el proceso no haya contacto directo entre las flores y el té, ya que las primeras, si son frescas, tienen un alto grado de humedad, por lo que podrían humectar el té, estropeándolo. Algunos tés llevan flores añadidas, pero esto se hace al final con flores secas y tiene una intención meramente decorativa.

Algunos entusiastas de los tés de flores disfrutan tanto del gusto floral, que desechan las hojas de té e infusionan las flores directamente en el agua. Sin embargo, es discutible si esta infusión puede considerarse como un tipo de té.