TÉ ROJO PU-ERH GIANT KING SANGRE DE LOS DIOSES

La infusión de este té se presenta limpia y brillante, de un color que va del marrón claro al cobrizo.

En nariz podemos apreciar un delicado aroma a hongos frescos de bosque, con un fondo dulce, que nos recuerda a frutas pasas.

Ya en boca se nos presenta dulce de entrada, pero con un toque terroso, que se va complejizando, apareciendo nuevas notas a humus, setas de bosque, madera de pino húmeda, frutas pasas, frutos secos de cáscara, un toque especiado, y lo que es más sorprendente, una nota mentolada muy refrescante. Todo un abanico de sutiles aromas que no son frecuentes en otros tés de categoría inferior.

La astringencia brilla por su ausencia. Tampoco apreciamos pungencia alguna, a pesar de la naturaleza de este té (los tés rojos suelen tener notas poco convencionales y a veces mal interpretadas como “off notes”). Un cuerpo pesado y una textura cremosa hacen que su paso por boca, junto a todo lo anterior, sea una experiencia única y muy sorprendente y placentera.

Las notas a madera de pino van siendo más perceptibles a medida que la infusión se va enfriando, acentuando su carácter.

Ya hemos atisbado su gran complejidad, sin duda, el mayor exponente de este delicioso té: madera, hongos de bosque, especias, petricor, heno, hierba, frutas pasas… y algunas que seguro tu también encontrarás

El posgusto que nos queda finalmente es suave y discreto. Tan solo nos queda como recuerdo un deje dulce y muy refrescante, que nos predispone a una segunda taza… y a una tercera… y a una cuarta…

Un té muy fácil de preparar. Simplemente usa agua de muy buena calidad, la mejor que puedas encontrar, para respetar su perfil y su complejidad. Llévala a ebullición y úsala recién hervida.

Puedes preparar multitud de infusiones con él. De hecho, probablemente no serás capaz de aprovechar todas las que puede darte en una sola sesión. Por ello, te recomendamos que deseches la primera infusión. Esto, además de limpiar las hojas de posibles restos de polvo debido al largo almacenaje, despierta las hojas y las prepara para sucesivas infusiones más ricas.

Una verdadera joya nunca vista en Occidente. Un té tan exclusivo como conmovedor. La habilidad con la que ha sido producido por manos expertas, ha dado como resultado un te evocador, casi poético, con el que se reproduce el aroma de la lluvia recién caída en el bosque, el petricor.

Un té destinado directamente al centro del corazón. Petricor, el fluido que corre por las venas de los Dioses.

Un té singular, complejo. Aunque es amable y fácil de beber, debido a su dulzor y falta de astringencia y amargor, es un té que requiere su tiempo para ser comprendido, porque se sale de los esquemas comunes, de lo que estamos acostumbrados por Occidente.

Un té que nace de lo más profundo del bosque de Yunnan, en Jardín del Monte Bambú Amargo, que invoca a la más antigua tradición, elaborado completamente a mano, con el máximo respeto a la madre tierra, pero que está proyectado al futuro, porque es ideal para guardar por largo tiempo, con la seguridad de que solo puede mejorar con el tiempo.

Tan solo 60 kg se han producido en este lote para todo el mundo. Una verdadera rareza que no debes dejar escapar.