Compleja, especiada, con un toque dulce proporcionado por la canela y la vainilla. La manzana sin embargo le confiere cierto toque ácido. La incorporación de almendra redondea su sabor.
Uno de los tés negros más versátiles. Puedes elaborarlo con agua, agua-leche o leche. También, es muy rico con mucho hielo de cualquiera de las formas anteriores.
Todo un clásico, muy popular. Imprescindible para quienes gusten de sabores especiados y complejos, pero dulces y amables a la vez. Es el té de las tardes de invierno en muchas teterías.
Té negro, canela, almendra*, manzana, vainilla en rama y aroma.
*Alérgenos: almendra
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