EL TÉ DE LAS 5
junio 13, 2012

Unknown author, Public domain, via Wikimedia Commons

El acto social del té de las 5 se atribuye a Ana, la séptima duquesa de Bedford. Parece ser que durante una visita al 5º duque de Rutland, en el castillo de Belvoir a mediados de los años 1840, la duquesa tuvo un desfallecimiento. Solicitó a su doncella un poco de té y un tentempié ligero.

En esa época la cena se servía cada vez más tarde llegando a estar entre las 7 y las 8,30 p.m. Debido a que los almuerzos eran muy ligeros, el periodo de la tarde se hacía demasiado largo y las personas sentían hambre. La duquesa se dio cuenta de que ese refrigerio le sentó muy bien y decidió crear una costumbre y compartirla con sus amistades. Muy pronto se instauró una nueva moda en lo más selecto de Londres. Conforme el precio del té se fue haciendo más asequible, esa costumbre se fue extendiendo por las capas medias de la población, hasta que se convirtió en un signo de identidad de toda la población británica.

Lo habitual era servir un té (generalmente un té Darjeeling), acompañado de pasteles y sandwiches. Se trataba de tomar algo ligero que ayudara a aguantar hasta la cena. Se elegían tés o mezclas no demasiado estimulantes, como la Five O´Clock Blend, o los tés de Darjeeling de primera y segunda cosecha, a los que se les podía o no agregar un poco de leche.

Por último, y a modo de curiosidad, nada tiene que ver el té de las cinco inglés con nuestra merienda. El origen de esta última, parece estar en el vocablo del latín ‘merenda’, que significa merecer, y hacía referecia a una comida extra que se daba a los soldados como premio.

Ya sea al estilo más puramente inglés o con nuestra clásica merienda, una buena taza de té por la tarde nos resultará deliciosa y nos hará sentirnos muy bien.