PREPARACIÓN DEL TÉ FRIO (para 4 vasos)
Necesitarás lo siguiente:
- medio litro de agua de buena calidad (de baja mineralización)
- Mucho hielo
- Té
- 1 cazo para hervir el agua
- 1 jarra
- azúcar, miel, estevia o le edulcorante que prefieras
Preparación:
-Calienta el agua a la temperatura adecuada dependiendo del tipo de té (en general, los tés negros, rojos y rooibos hasta la ebullición, oolongs y amarillos hasta los 90ºC y verdes y blancos entre los 60 – 80ºC).
-Retira el cazo del calor y añade 6 cucharaditas de té al agua caliente. Puedes añadir las hojas sueltas o bien en un filtro. En cualquier caso es muy importante que la infusión quede bien filtrada, para que el té no quede turbio y pueda amargar más adelante. Para ello te recomendamos los filtros de papel, ya que son muy tupidos y no dejan pasar las partículas pequeñas.
-Deja infusionar el tiempo necesario. Para ello sigue las indicaciones de cada tipo de té, o atrévete a experimentar a tu criterio. Ten en cuenta que cuanto más dejes las hojas de té en contacto con el agua caliente, más cargada será la infusión y más astringente: entre 3 y 5 minutos suele ser un tiempo correcto para la mayoría de los tés.
-Ahora separa las hojas del licor obtenido. Si lo deseas, este es el momento de añadir azúcar o el edulcorante que prefieras. Recuerda que los líquidos fríos requieren un poco más de edulcorante que los calientes.
-Llena hasta arriba la jarra de cristal con los cubitos de hielo. Vierte lentamente la infusión obtenida sobre el hielo, agítalo con una cuchara larga y tu té helado está listo.
Sugerencias:
-Puedes adornar tanto la jarra, como los vasos con trozos de frutas, hojas de menta, etc.
-El té debe estar bien frio, por lo que puede que sea conveniente que añadas algunos cubitos de hielo o hielo picado en cada uno de los vasos.
– Si necesitas endulzar la infusión cuando está fría, utiliza edulcorantes líquidos: te resultará más fácil que mezclen bien.