Hojitas pequeñas, finas y muy uniformes, de 1 cm aproximadamente, de color negro mate, pero jalonadas por multitud de brotes plateados. Desprenden un delicioso aroma vegetal seco, afrutado y acaramelado, con algunas notas florales. Ya humectado exhala notas minerales, malteadas y especiadas, que van dejando paso a un intenso aroma dulce, meloso muy perfumado, sin perder los atributos florales que antes percibimos.
La intensidad aromática del bello licor anaranjado que nos ofrece este té negro, es sorprendentemente intensa, destacando las notas a frutas maduras. Iniciamos la degustación percibiendo un sabor amargo e intenso con un punto de leve acidez. Luego va creciendo el dulzor hasta instalarse en la parte posterior de la lengua, para permanecer por largo tiempo. Este es un té que presenta una marcada astringencia y cuerpo, con un leve toque pungente y una textura suavemente sedosa. Una combinación de atributos que tienen como resultado un té potente, complejo y delicioso.
Este no es un té simple. Por un lado, su complejo e intenso aroma ya nos avisará de que estamos ante un magnífico té negro. Por otro lado, sus notas malteadas tan características, y su cuerpo y potencia que lo han hecho tan apreciado, encarnan la auténtica esencia de los tés de Sri Lanka. Pero su finura, que viene de la presencia de notas florales y su final dulce y pleno, completan la experiencia de cata, convirtiéndolo en un té muy satisfactorio para aquellos paladares que buscan complejidad, sabor, plenitud e intensidad en la taza.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.