CAFÉ Y ENFERMEDAD: NO ES TAN FIERO EL LEÓN
agosto 19, 2012

Si bien es cierto que el exceso de café puede acarrear problemas, conforme se van realizando investigaciones, están cayendo muchos mitos o falsas creencias que determinaban su consumo. Incluso continuamente se están descubriendo los interesantes y hasta ahora desconocidos beneficios para la salud. De hecho, son cada vez más los estudios que evidencian una asociación positiva entre el consumo de café y un menor riesgo de depresión en mujeres, de cáncer de próstata en hombres y de accidente cerebro vascular en ambos géneros. Otros estudios sugieren cierto efecto protector del café ante el Parkinson, la diabetes u otros tipos de cáncer, como se detalla a continuación:

  • Alzheimer: ciertos estudios indican una posible protección del café frente a la placa betamiloide, muy relacionada con esta enfermedad.
  • Cáncer: debido al alto contenido en antioxidantes que posee, parece ser que el café puede proteger también ante ciertos tipos de cáncer, como son el de colon, próstata, endometrio y mama no hormonal.</li>
  • Diabetes:en efecto, el consumo regular de café parece ser el responsable de bajos índices de diabetes.
  • Infarto de miocardio: aunque beber café incrementa factores como la homocisteína, asociada a un mayor riesgo de enfermedad coronaria, un consumo moderado de una a tres tazas al día se relaciona con una pequeña disminución del riesgo.
  • Enfermedad hepática: beber café se asocia a una reducción de la inflamación del hígado. Asimismo, el café podría mejorar la respuesta a algunos tratamientos para la hepatitis C y trabajos preliminares sugieren un cierto efecto protector para el cáncer de hígado.
  • Parkinson:las personas que beben café tienen menos riesgo de padecer esta enfermedad, aunque este efecto es menor en mujeres.
  • Enfermedad cerebrovascular: un consumo moderado (de tres a cuatro tazas al día) se asocia con un menor riesgo de esta enfermedad, si bien los estudios aún son escasos y no determinantes.

 

Las sustancias responsables de los efectos del café en el organismo son muchas. De hecho, se han descrito alrededor de un millar de componentes activos, de entre los cuales, los más conocidos son los siguientes:

  • Cafeína: es una sustancia que se encuentra naturalmente en las hojas, las semillas o las frutas de al menos 100 especies diferentes de plantas halladas alrededor de todo el mundo; y además, forma parte de un grupo de compuestos conocidos como metilxantinas. Las fuentes más conocidas de cafeína son el café, las semillas de cacao, las nueces de cola y las hojas de té. Se considera la sustancia psicoactiva más extendida. El efecto estimulante es el más conocido, pero presenta otros:
    • Reduce la sensación de cansancio y fatiga y por otro lado aumenta el estado de alerta y mejora la concentración.
    • Tiene efectos directos sobre el calibre de los vasos sanguíneos y actúa también sobre el sistema cardiovascular, respiratorio y gastrointestinal
    • Tiene efectos diversos en el sistema renal. El 97% del contenido del café es agua de forma que aunque la cafeína sea ligeramente diurética, el café es una importante fuente de agua. Por otro lado numerosos estudios confirman que aunque la frecuencia con la que se orina puede ser mayor nada más consumir un café, al cabo de 24 horas la cantidad de orina producida por personas que tomaron café y otras que bebieron líquidos sin cafeína es prácticamente la misma.
    • Resulta especialmente eficaz para mitigar migrañas e incluso prevenirlas.
  • Antioxidantes: Ácido Clorogénico y Cafeico: El ácido clorogénico junto a los también presentes ácidos feruloilquínicos, ésteres del ácido caféico y el ácido ferúlico son una importante fuente de fenoles dietarios. El contenido de ácidos clorogénicos es del 7% en el café verde y se descomponen parcialmente (30 a 70%) durante el tostado, alcanzando niveles del orden de 4%. Estudios comparativos de contenido de ácidos fenólicos en bebidas indican el café es la fuente más rica entre las bebidas habituales que incluye: jugo de manzana, jugo de naranja, vino tinto, cerveza, té negro, té verde y jugo concentrado de cerezas. 200 ml de café tostado podrían proporcionar entre 70 y 350 mg de ácido clorogénico.Los ácidos clorogénicos se encuentran en todas las plantas superiores, sin embargo hay unas pocas plantas que acumulan suficiente cantidad de ácidos clorogénicos como para que puedan tener efectos fisiológicos. La primera fuente dietética de este tipo de compuestos es el café cuyos granos verdes contienen una cantidad notable de ácidos clorogénicos: entre un 4 y un 10%. Hay controversia sobre si el tostado reduce este porcentaje debido a que el calentamiento convierte un cantidad indeterminada de estos ácidos en otro tipo de substancias. Hay autores que sugieren por el contrario que el tostado del café aumenta de forma dramática la actividad antioxidante del café. Probablemente las discrepancias se deban al tiempo de tostado. La actividad protectora es mayor en muestras tostadas si se comparan con muestras de café verde. Hay que señalar sin embargo que no existe consenso acerca de si realmente todos los cafés robusta tienen más capacidad antioxidante que los cafés arábicas.

La actividad antioxidante del café no se debe sólo a los compuestos polifenólicos sino que también a la presencia de cafeína y compuestos derivados del tostado. La cafeína resulta ser un potente antioxidante con capacidad superior a la vitamina C. La máxima actividad antioxidante se observa en el café de tueste medio.
Utilizando distintas técnicas de determinación de la actividad antioxidante total, el café aparece como la mayor fuente de antioxidantes en bebidas de la dieta española e italiana. De entre una lista de 1.113 alimentos consumidos en Estados Unidos, el café preparado está dentro de los 50 más ricos en antioxidantes y en el sexto lugar en cuanto al aporte de antioxidante por porción de consumo (250 ml). Todo esto convierte al café en una fuente de antioxidantes de carácter único con un perfil muy específico y con alta capacidad antioxidante total.

Dado que ni los ácidos clorogénicos ni el ácido caféico son imprescindibles para la vida humana no es necesario un mínimo de consumo diario. Se ha estimado que los consumidores de café pueden tomar un gramo de ácidos clorogénicos al día. Esta cantidad es suficientemente elevada como para tener efectos terapéuticos.

Hasta el momento también se sabe que es igual o incluso más importante el efecto conjunto de los distintos compuestos y como se combinan entre sí, que el que proporcionan cada uno de ellos por separado. De esta forma, el hecho de ‘tomar café’ podría tener en si mismo efectos saludables, más que la ingestión de sus principios activos por separado.

De cualquier forma, y conscientes de que el consumo de café podría tener efectos adversos en algunas personas, ofrecemos las siguientes recomendaciones:

  • Consumir cafés preferentemente de la variedad arábica, antes que de la robusta, ya que esta última tiene mayor concentración de cafeína.
  • Procurar consumir cafés de tueste ligero y medio, ya que son más digeribles.