BATIDO DE TÉ MATCHA

BATIDO DE TÉ MATCHA

Aquí tienes una receta muy sencilla para el verano. Se trata de un excelente refresco muy nutritivo y sano, y algo diferente a los refrescos de té helado que habrás probado hasta el momento. Es ideal para quienes gustan de los sabores cremosos, pero no quieren tomar leche. El ingrediente estrella es el té verde en polvo japonés Matcha, y tiene un sabor delicioso. Veamos como se prepara.

EL TÉ Y LOS CINCO SENTIDOS

El análisis sensorial de los tés parte de 5 parámetros básicos: Color, olor, sabor, textura y oido. El color nos da información sobre el estado de conservación del producto, su procedencia, su manipulación y manufactura, etc., pero el olor es esencial, puesto que nos puede avisar de defectos del producto asi como que interviene en el gusto. Por ello, podemos decir que hay una diferencia entre aroma y olor: el primero se produce una vez que el té está en contacto con la boca, mientras que en el segundo, el olor, solo interviene el olfato, y se produce antes de introducir el alimento en la boca.

Historia y orígenes

No existe producto ni elaboración gastronómica que esté ligada a una historia tan apasionante, diversa y extensa como el Té. Más de cuatro mil años de historia han hecho que el Té sea toda una cultura, extendida por el mundo entero, tan solo comparable en su importancia a la del vino y el aceite, pero con más popularidad, ya que, tras el agua, es la bebida más consumida en el mundo entero.

ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA TÉ

La Real Academia de la Lengua  Española recoge la palabra té con las siguientes entradas: (Del chino dialect. de Amoy te). 1. m. Arbusto del Extremo Oriente, de la familia de las Teáceas, que crece hasta cuatro metros de altura, con las hojas perennes, alternas,...

LA TETERA, EL PADRE DEL TÉ

En los inicios del consumo y la historia del Té en China, no existían las teteras y la gente lo preparaba sencillamente en boles. Calentaban el agua, añadían las hojas, vertían el té en un recipiente como un cuenco de arroz, y lo bebían. Pero los artesanos no tardaron en desarrollar el arte de hacer teteras. Éstas se hicieron cada vez más sofisticadas y, hacia el final de la Dinastía Ming, los artesanos producían unas teteras finas pero resistentes al calor de belleza sin igual.